viernes, 13 de junio de 2008

¿Chau, chau, adiós?

Increíble el partido que perdieron los Lakers. Jugaron un gran primer tiempo, sobre todo aquellos jugadores que habían desaparecido en el partido anterior, los pasaron por encima a un Boston que otra vez contaba solamente con la buena tarea de Ray Allen. Más de 20 puntos de diferencia y hasta Kobe se daba el lujo de tener un par de puntos nomás. Pero las cosas son muy cambiantes, no sé que le habrá pasado a los equipos en los vestuarios porque cuando regresaron fueron totalmente distintos a lo que habían hecho hasta ese entonces. ¿Arrugaron los Lakers o volvió la mística de los Celtics? No sé, la cosa es que comenzó una remontada histórica de Boston.
Se fueron despertando poco a poco los dormidos Celtics y se fueron durmiendo los Lakers que pensábamos que se llevaban el partido caminando. Costaba mantener los ojos abiertos a esas horas de la madrugada pero había que hacer el esfuerzo por ver ese gran último cuarto. Al fin algo de buen básquet.
A falta de tres minutos para el final los Celtics se pusieron arriba por un punto con un triple de Eddie House y el gustito a hazaña iba tomando forma. Luego Allen y Garnett ampliaron la ventaja a cinco, faltaba poco. Y vino la jugada clave. Ray Allen jugando uno contra uno frente a Vujacic. En esta gana el esloveno pensaba, si tan bien lo defendió a Manu con Allen que es un tirador no tiene que tener problema. Pero no. Allen lo dejó pintado y se fue solo para la bandeja y sentenció el partido. Sasha no tenía consuelo en el banco, parecía que estaba al borde de las lagrimas. Como en un guión de Hollywood que tiene un final impensado así fue el partido. Era fácil para los Lakers y ahora son los Celtics que están ahí de gritar campeón. Sólo les falta una victoria, perder tres seguidos seria una catástrofe ¿Festejarán el día del padre?

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