lunes, 30 de agosto de 2010

Buenos muchachos

Con tantos millones en la cuenta bancaria y con el cartel de famoso colgado en el pecho, las tentaciones están a la orden del día esperando que uno pise el palito para hecerte caer. Bueno, esto en la NBA ya casi que es una costumbre. Aunque no muy sana eso si. Acá la prueba y error no sirve mucho para hacer borrón y cuenta nueva. Se equivocan y vuelven a degustar el camino de lo ilegal. En menos de una semana la liga tuvo que sancionar a cuatro jugadores por diferentes motivos. Primero, fue Delonte West que fue encontrado con armas por un agente de tráfico y condenado con arresto domiciliario para no interrumpir su carrera. De volver a la liga (por el momento es agente libre) deberá cumplir con diez partidos sin jugar. Lo más reciente se dio con Tyreke Evans, Brandon Rush y Kenny Hasbrouck. El mejor rookie de la temporada pasada deberá cumplir con un partido de suspensión al ser detenido por conducir con exceso de velocidad. Rush no podrá ver acción por cinco juegos por violar el programa antidoping (las sustancias no fueron dadas a conocer) mientras que Hasbrouck no podrá disputar los primeros dos partidos de la nueva temporada por manejar alcoholizado. A ver si aprenden muchachos.