viernes, 30 de abril de 2010

El capo de Texas

Como casi todas las demás series del oeste, la de San Antonio y Dallas era una final anticipada. Cualquiera de los dos podía ganar, y nadie hubiera podido decir nada, pero finalmente quedó para los Spurs. El sexto y definitivo partido fue tan cambiante como el rendimiento del equipo de Popovich a lo largo de la temporada regular. Los Spurs arrancaron a toda máquina. Encestando, defendiendo y aprovechándose de la mala puntería de los Mavericks. Con una ventaja que en el segundo cuarto llegó a ser de 22 puntos parecía que la historia, aunque restaba una eternidad, ya estaba sellada, y más con un Nowitzki complicado con las faltas, pero Rick Carlisle acertó con el ingreso de Rodrigue Beaubois y la desventaja para el conjunto propiedad de Mark Cuban terminó siendo tan sólo de 13 puntos.
En el tercer parcial Dallas siguió con la buena racha de la mano de un Nowitzki intratable y de un Beaubois que la metía cuando quería (16 puntos en 20 minutos). Inclusive parecía que se le venía la noche a los Spurs cuando con un triple el alemán le dio a su equipo la primer ventaja de la noche pero fue sólo un suspiro. A los 20 segundos Manu devolvió gentilezas y San Antonio nunca más perdería el liderazgo.
El período final San Antonio lo jugó como sabe, con mucho oficio. Manu se hizo cargó del equipo y Hill apareció en grande cuando las papas quemaban. En los Mavs Nowitzki no podía con todo. Terry estaba desaperecido y Beaubois increíblemente calentaba el banco de suplentes. A un minuto del final, entre Parker y Gino le robaron la pelota al de Guadalupe (que de casi héroe pasó a villano) y el bahiense lo terminó liquidando desde la línea de libres. Pasó San Antonio, pudo ser Dallas y ahora, esperan los Suns.