martes, 21 de diciembre de 2010

¿La caída de la muralla china?

Lamentablemente el final de Yao Ming parece apróximarse. La caída de un grande. Que raro suena. Y pensar que en sus primeras tres temporadas a penas se perdió dos partidos. Por eso cuesta entenderlo aún más. Allá por la temporada 2005/2006 empezó la maldición china. Una osteomielitis aguda en el dedo gordo de su pie izquierdo le hizo perderse 21 partidos pero ya sobre el final del certamen una fractura en su pie izquierdo lo obligó a estar seis meses en recuperación. Pero los problemas continuaron. En la 2006/2007 se quebró la pierna derecha al intentar bloquear un tiro. Luego en la 2007/2008 sufrió una fractura por stress, nuevamente en su pie izquierdo. Sin embargo, entre tanta pálida, pudo recomoponerse a tiempo y cumplir el sueño de representar a su país en los Juegos Olímpicos de Pekín. Al siguiente año apenas se perdió cinco juegos pero en la 2009/2010 volvió la mala suerte y otra fractura por stress lo dejó afuera por todo el año. En esta presente temporada el panorama era, a priori, un poco más alentador. Los médicos le habían diagnosticado que podía jugar pero sin ser exigido demasiado. Pasando en limpio: podía jugar como máximo 24 minutos por partido y no podía hacerlo dos noches consecutivas. Pero su pie izquierdo volvió a revelarse. Una contusión en el hueso del tobillo izquierdo fue lo primero que le indicaron pero luego de un mes y medio el diagnóstico se transformó nuevamente en una fractura por stress. Y claro, el retiro que antes del comienzo de la temporada era una probabilidad ahora parece ir camino a convertirse en una realidad. Este gigante de 30 años ya está cansado de las lesiones y la naranja parece alejarse de su futuro.