miércoles, 1 de febrero de 2012

Pearl Jam y la NBA

En cualquier banda de rock elegir el nombre es un paso fundamental no sólo para dar el puntapie inicial sino para comenzar a forjar una identidad. En el caso de esta emergente banda de Seattle, a la hora de pensar en el nombre se decidieron por abordar uno de los gustos que compartían mayormente: la NBA. Luego de comenzar a grabar algunos demos en formato de casete, algunos cuyas tapas estaban ilustradas por su cantante, decidieron, medio en broma, poner en la tapa una figurita de Mookie Blaylock, uno de sus jugadores favoritos, que por aquellos tiempos militaba en los New Jersey Nets.  La idea pegó fuerte y como se encontraban ante la necesidad imperiosa de elegir un nombre decidieron adoptarlo para la banda. Fue así que Mookie Blaylock debutó en los escenarios allá por Octubre de 1990. Sin embargo, al firmar contrato con Epic Records les pidieron que piensen en otra cosa ya que querían evitarse posibles acciones legales por el cual el grupo se vio en la obligación de cambiar de nombre y optaron por llamarse Pearl Jam.  Pero a pesar de eso la banda no se olvidó de Mookie y en su primer disco le rindió homenaje. ¿Cómo? Llamaron a su álbum "Ten", el número que el jugador utilizaba en la NBA. Pero la relación de la banda con el básquet no se detuvo ahí. Los integrantes del grupo supieron a lo largo de su carrera relacionarse con algunos jugadores de la liga. Se hicieron muy amigos de Brent Barry (pasó gran parte de su carrera en los Sonics), le dedicaron un tema a Denis Rodman ("Black, Red, Yellow") que además se animó a cantar con la banda en un recital Dallas, Eddie Vedder fue el encargado de hacerse cargo del himno en el juego tres de las finales de 1998 entre los Bulls y los Jazz y también entablaron una amistad con Fabricio Oberto. A través de Brent Barry, jugaron juntos en los Spurs, conoció al bajista Jeff Ament, y cuando el pivot de la selección Argentina sufrió una arrtimia, que lo obligó temporalmente a dejar el básquet, le regalaron un bajo autografiado para luego tenerlo como invitado de lujo en su última visita al país tocando en La Plata.