lunes, 17 de octubre de 2011

¿Quién va a ser segundo?

Dicen que practicaba 500 tiros diarios antes de ir a la escuela. Otros aseguran que lanzaba 1000 triples y 1000 dobles. Es más, hasta sostienen que ensayaba tiros de tres con los ojos cerrados. No sabremos como haría para llevar la cuenta de tantos intentos pero si de algo estamos seguros es que gracias a esa dedicación que le puso, Larry Bird se terminaría convirtiendo en uno de los mejores tiradores en la historia de la NBA. En cuatro ocaciones tuvo el mejor porcentaje de libres de la liga y culminó su carrera con 49% en tiros de campo y un, para nada despreciable, 37% en triples. Por eso cuando en se anunció que en el All Star de Dallas en 1986 se iba a llevar a cabo un concurso de triples, Larry se frotó las manos. Ganó el torneo y luego repitió el éxito al año siguiente en Seattle. Cuando llegó al vestuario del Chicago Stadium para el All Star de 1988 dicen que les preguntó a sus contendientes "¿Quién de ustedes va a quedar segundo?". Y no se quedó ahí. Minutos después algunos aseguran que reunió a algunos fotógrafos para sacarse fotos con el cheque de $12.500 que se llevaría el ganador y aumentó su confianza anunciado que "este concurso va a ser muy emocionante, pues no se sabe quien va a quedar de segundo". En la ronda final, Dalle Elis de los Sonics encestó 15 tiros lo cual dejaba la definición en manos de Bird. El jugador de los Celtics llegó al quinto canasto con la necesidad de meter las últimas tres pelotas para hacerse con el título. El primero fue adentro, el segundo también y en el último tiro (con doble puntuación), aún cuando la pelota estaba en el aire, Larry levantó el dedo en señal de victoria y se marchó hacia el centro de la cancha. Claro, terminó por entrar.