Con aires de cambio

Y se dio la lógica. Los Chicago Bulls, que tenían la selección número uno del draft, eligieron al base Derrick Rose. Un base, justamente lo que más necesitan los Bulls si es que pretenden figurar en la próxima temporada.

¿Kirk Hinrich o Ben Gordon? alguno de los dos se tendrá que ir, ojalá que sea Hinrich. A los Bulls le sobran jugadores perímetrales de calidad pero es hora que alguien pueda conducir a este desordenado equipo. Un equipo que le sobra talento pero que tiene un juego demasiado egoísta. Un pase y un tiro, nada más. ¿Será Rose la solución? un muy buen jugador, un gran atleta, con grandes destrezas pero parece ser el típico jugador que todavía no jugó un partido y ya piensa en ser MVP, ir al All Star y todo eso. Esta bien piensa en grande pero hay que ir despacio más que nada porque va a cumplir 20 años días antes de debutar.

Chicago ya tuvo una mala experiencia con Tyrus Thomas. Había seleccionado a Lamarcus Aldrige y luego lo intercambió por Thomas. Ya sabemos que no hay que apurar los procesos pero Thomas en dos años no rindió y ha sido noticia por su mala conducta que por su juego.

Habrá que esperar lo que sucede con Rose, por el momento ya le dijo a Paxson que ya estaba listo. Apresurado el muchacho.

El más grande, lejos

Y un día tenía que volver. El más grande de la NBA estuvo mucho tiempo en el olvido pero anoche volvió a lo más alto. 22 años tuvieron que pasar para que Boston pudiera gritar nuevamente campeón y justo con su histórico rival de aquellos queridos ochenta y hasta se dio el lujo de darle una paliza.
Un Boston que muchos lo daban como candidato al título cuando antes de iniciar la temporada se hizo de Garnett y Allen. Ganaron de punta a punta su conferencia, ganándole a todos los equipos de la liga. En los playoffs se le comenzó a complicar la historia. A séptimo partido con Atlanta y Cleveland, dificultad para ganar de visitante y luego una final de conferencia con Detroit donde sacó chapa de gran equipo. Así y todo cuando los Lakers accedieron a la final, las apuestas iban a favor de los angelinos pero una vez más se equivocaron. Merecidísimo campeón, que pudo haber definido la historia en Los Ángeles pero no se le dio y mejor para su gente, festejaron en casa. Casualidades pero justo un 17 los Celtics obtuvieron su título número 17.
La mayor goleada en la historia de las finales de la liga. Iba mitad del tercer cuarto y ya se había terminado la historia. Impensado. Nada pudieron hacer los Lakers.
“Todo es posible”, gritaba eufórico Kevin Garnett. Lo que lucho KG por este título. 13 años en la liga, muchas frustraciones con Minesotta, y un día llego a este equipo con el objetivo de conseguir lo único que anhelaba desde que arribó a la NBA: un anillo. Lo mismo que Ray Allen. Durante toda su carrera se la pasó deambulando por malos equipos y ayer la rompió, se cansó de meter triples y fue clave para esta consagración. Un gran jugador que también se da el gusto de ser campeón.
Párrafo aparte para Paul Pierce. Otro gran luchador. Va a cumplir 10 años en el equipo y pasó por todas. Buenas y malas épocas, y la complicada situación de que lo comparen siempre con aquellos dorados años. Pasaron jugadores, técnicos, general managers, la posibilidad de irse pero no. El siempre se quedó, luchó y obtuvo ese preciado trofeo Larry O’ Brien. Ya no tendrá que cargar con el peso del pasado porque ahora el también es campeón. Para quien otro iba a ser el MVP.
Tantos años de ventaja dieron y así y todo siguen siendo los más ganadores de la historia. Salud campeón.

No me den por muerto

"Esto está lejos de acabar", anunciaba Kobe en la previa. Obviamente un tipo como Bryant lo que menos piensa es en entregarse fácil pero así y todo casi se repite la misma historia que el partido del jueves. Los Lakers sacaron 17 puntos de ventaja en el primer cuarto, en el segundo pusieron a los suplentes y Boston se le puso a tiro del empate. Otra vez los jugadores que tienen que decir presente en las difíciles desaparecieron, pero contaron con la suerte que la remontada de los Celtics no fue en el final como el otro día.
Boston estuvo ahí, a muy poco de poder llevarse el partido y el titulo. Faltaban cuarenta segundos, perdían por dos, Paul Píerce perdió una pelota y Kobe la volcó para sentenciar prácticamente las cosas.
Aplauso, medalla y beso para Pierce. Tremendo partido jugó. 38 puntos, para el líder de los Celtics que hizo de todo y no descansó ni siquiera un minuto. Pero el deporte tiene esas cosas que a veces no son justas. No se merecía perder esa pelota luego del partidazo que había jugado. Ahora la serie vuelve a Boston. Los Celtics buscarán cerrar la serie y quedarse con el preciado titulo. Si yo fuera parte de la organización ya le iría preparando el premio de MVP al número 34 de los Celtics.

¿Chau, chau, adiós?

Increíble el partido que perdieron los Lakers. Jugaron un gran primer tiempo, sobre todo aquellos jugadores que habían desaparecido en el partido anterior, los pasaron por encima a un Boston que otra vez contaba solamente con la buena tarea de Ray Allen. Más de 20 puntos de diferencia y hasta Kobe se daba el lujo de tener un par de puntos nomás. Pero las cosas son muy cambiantes, no sé que le habrá pasado a los equipos en los vestuarios porque cuando regresaron fueron totalmente distintos a lo que habían hecho hasta ese entonces. ¿Arrugaron los Lakers o volvió la mística de los Celtics? No sé, la cosa es que comenzó una remontada histórica de Boston.
Se fueron despertando poco a poco los dormidos Celtics y se fueron durmiendo los Lakers que pensábamos que se llevaban el partido caminando. Costaba mantener los ojos abiertos a esas horas de la madrugada pero había que hacer el esfuerzo por ver ese gran último cuarto. Al fin algo de buen básquet.
A falta de tres minutos para el final los Celtics se pusieron arriba por un punto con un triple de Eddie House y el gustito a hazaña iba tomando forma. Luego Allen y Garnett ampliaron la ventaja a cinco, faltaba poco. Y vino la jugada clave. Ray Allen jugando uno contra uno frente a Vujacic. En esta gana el esloveno pensaba, si tan bien lo defendió a Manu con Allen que es un tirador no tiene que tener problema. Pero no. Allen lo dejó pintado y se fue solo para la bandeja y sentenció el partido. Sasha no tenía consuelo en el banco, parecía que estaba al borde de las lagrimas. Como en un guión de Hollywood que tiene un final impensado así fue el partido. Era fácil para los Lakers y ahora son los Celtics que están ahí de gritar campeón. Sólo les falta una victoria, perder tres seguidos seria una catástrofe ¿Festejarán el día del padre?

Kobe contra el mundo

Ya sabemos eso de que el básquet es un juego de equipo y que hay que jugar colectivamente para llegar lejos, pero cuando tus compañeros desaparecen alguien tiene que tomar el mando. Y obviamente el que se encargó de esto fue quien otro que Kobe Bryant. Una vez más estuvo intratable, metiendola de todos lados, sacando la cara por su equipo. Esta bien que luego KB se animó a decir que no estaban desesperados por ganar el partido pero si perdían iban a quedar triple macht point en contra. Situación más que complicada.

Gasol, Odom, Radmanovic y Fisher estuvieron desaparecidos en acción, solamente Vujacic le dio una mano al número 24 de los Lakers. Pero también en los Celtics hubo vario que se borraron. Pierce y Garnett anotaron tan sólo 2 puntos en el primer tiempo, pero a pesar de eso pudieron mantenerse a tiro de los Lakers gracias más que nada a la buena puntería de Ray Allen.

En el segundo tiempo comenzó a despertarse “Big Ticket” Garnett pero era la noche de Kobe. Tenían que ganar como sea porque un 0-3 en contra iba a ser casi imposible de poder remontar y así fue.

Un partido bastante malo, con un bajo nivel de ambos. Se lo llevaron los Lakers porque tienen la suerte de que Kobe Bryant juega para ellos. Así cualquiera.
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Segundas partes a veces son buenas

Hay veces que ves una película y te sorprende algún actor que es prácticamente desconocido, te llama la atención lo bien que actúa o como interpreta el personaje. Bueno ayer el actor desconocido que me sorprendió fue Leon Powe. Un alero que no suele aportar mucho pero que anoche tuvo su partido soñado con 21 puntos en tan sólo 15 minutos. Hasta una volcada costa a costa con toda la defensa de los Lakers estática. Una de las figuras del local junto con Paul Pierce que anotó 28 puntos y ni señales dio de su (supuesta) lesión.
22 puntos arriba al ingresar al último cuarto, risas de Doc Rivers, risas de Paul Pierce, Garnett en el banco. Partido liquidado diría Walter Nelson y yo también, salvo que enfrente estén los Lakers. Tremenda remontada la de Los Ángeles aprovechando que los Celtics hacían algo que nunca se debe hacer: festejar por adelantado. Un cuarto por delante es mucho tiempo de juego y los Lakers se lo tomaron en serio. Encabezados por Kobe, como siempre, los Lakers se pusieron a tan sólo un doble del empate. Pero volvieron los titulares de Boston, cerraron mejor el partido y le quitaron la posibilidad del sueño californiano a los angelinos. Estar 2 a 0 arriba en la serie es importantísimo por más que el equipo de Phil Jackson tenga tres partidos de local por delante. La presión es de ellos. Boston hizo lo que tenia que hacer, ahora intentará robarse al menos un juego para poder estar más cerca de ese titulo número 17 que tanto se le viene negando.

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Huele a espíritu celta

A pesar que hayan pasado 21 años de su última final, anoche en el Banknorth Garden dio la impresión que aquella vieja mística ha vuelto para los Boston Celtics.
Es cierto que sólo ganaron el primer partido de cuatro que necesitan para ser campeones, pero la mística pasa por otro lado. Partido parejo desde el arranque, en el tercer cuarto Boston intentaba acercarse a los Lakers cuando Paul Pierce cayó mal, se dobló el tobillo y lo llevaron al vestuario en silla de ruedas. Imposible que vuelva. Bah eso pensaba. No sólo volvió, sino que metió dos triples seguidos, contagió a su equipo, a la gente y los Celtics pasaron, por poco, a dominar el encuentro. Claro que él solo no jugó. Como siempre estuvo tremendo Kevin Garnett tanto anotando como defendiendo y Ray Allen demostró porque tiene “mano de seda” a la hora de tirar. 65 puntos para el “Big Three” de Boston.
Por el lado visitante, Kobe nuevamente fue el abanderado dándole la derecha a aquellos que lo eligieron MVP y haciendo recordar de a ratos a “su majestad” con algunos tiros en suspensión. El primer chico fue para Boston. Las apuestas favorecen al equipo de Phil Jackson, yo a la hora de jugar me inclino por los Celtics. Habrá tiempo para ver quien se lleva los billetes.