Seguramente David Stern y los que hacen de la NBA un negocio más que rentable deben estar llorando por los rincones por que no se dará la final ultra marketinera que deseaban. Así es, no habrá choque entre Kobe y Lebron.
En el deporte no existe la lógica, y los Orlando Magic se encargaron de demostrarlo dejando afuera a los Cleveland Cavaliers, el equipo con mejor record en la presente temporada. Un tremendo Dwight Howard (40 puntos y 14 rebotes) fue demasiado para unos Cavs que tuvieron a un deslucido Lebron James, anulado por la defensa de los Magic. Tan caliente estaba el King James que ni siquiera felicitó a sus vencedores y esquivó los micrófonos de los periodistas. Muy fea la actitud para el jugador que es la estrellita representativa de la NBA, seguramente sus malos modales le costarán varios miles de dólares.
Por otro lado, el que si estuvo a la altura de las circunstancias fue Kobe Bryant. Los Angeles Lakers se bancaron el favoritismo y se consagraron campeones del oeste al vencer a los Denver Nuggets. 35 puntos y 10 rebotes para el ex aliado de Shaq, que buscará a partir de este jueves obtener su cuarto anillo de campeón.
A pesar que sus últimas experiencias en finales no fueron del todo buenas (perdió en el 2004 contra los Pistons y el año pasado frente a los Celtics), este año sus compañeros lucen más confiables y en un alto nivel como Gasol, Odom y otros que hacen lo que tienen que hacer como Ariza y Vujacic. Son los favoritos pero finales son finales. Los Magic ya demostraron que las palabras poco sirven a la hora de jugar, así que tendremos que esperar para saber si Phil Jackson puede convertirse en el entrenador con más títulos en la historia o si Superman Howard puede lograr con el equipo de Florida lo que alguna vez Shaquile O’neal no pudo. Ya veremos...
domingo, 31 de mayo de 2009
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