Una vez más la NBA nos volverá a deleitar con una final entre Lakers y Celtics. Sinceramente no es la final por la que había apostado a principios de los playoffs. No tanto por el equipo angelino sino por Boston. Es que teniendo en cuenta el nivel que habían demostrado en la trama final de la etapa regular, no les presagiaba larga vida y más cuando se cruzaron con los Cavs. Pensé que hasta ahí llegaban pero me taparon la boca y lo empezaron a hacer dudar a Lebron sobre su futuro. Después contra los Magic la cosa se simplificó bastante, aunque tuvieron que sufir un poco más de lo esperado. Por el lado de los Lakers tuvieron un andar un poco más sólido. Hasta podría llegar a pensar que la serie más difícil que tuvieron fue en el primer cruce ante Oklahoma. Me sorprendieron barriendo a Utah y simplificaron a unos Suns que nuevamente se quedaron en la puerta de la gran final. Que complicado es dar un pronóstico de esta serie. Los Lakers saben que con Kobe solamente no pueden ganar. Necesitan de la constancia de Gasol y de que Artest demuestre su valor como en los últimos partidos ante Phoenix. En el otro bando, al power trio que sacó a la franquicia del anonimato hay que sumarle el gran momento que atraviesa Rondo. Sin dudas una ventaja que tiene los Celtics con el seguramente mejor base de la liga. Claro que las claves serán que los viejitos piolas nos muestren que viejos son los trapos. Que Garnett se olvide de las lesiones y sea el de siempre, que Allen saque lustro a esa mano de seda que tiene y que Pierce se ponga el equipo al hombre como contra los Magics. Vaticinios nomás de lo que esperemos sea una final increíble.
lunes, 31 de mayo de 2010
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