Todavía está fresco el recuerdo de cómo empezó esta ya casi maldición para Manu. Argentina se medía en semifinales, de aquel inolvidable Mundial de Indianápolis 2002, con la Alemania de Dirk Nowitzki. Gino no venía tirando bien de tres y justo cuando mete uno tiene la mala suerte de caer sobre el pie de la estrella de los Mavs y lesionarse el tobillo lo que le impediría disputar la final contra Yugoslavia. En realidad jugó pero muy pocos minutos y sin poder hacer lo suyo, lo que nos tiene acostumbrados.
El equipo volvería al país, festejos por aquí, festejos por allá, y una mala curación de la lesión le pasaría factura en su primera temporada en la NBA.
Lamentablemente esto se convirtió en un estigma para Manu, que al menos una vez por año tiene que sufrir por lo mismo. Pero nunca se había perdido tantos partidos como en esta temporada, casi la mitad la tuvo que ver desde afuera.
Claro que uno siempre es optimista y cuando estuvo sin jugar por tres semanas, para recuperarse de la fractura por stress, se pensaba que sería definitivo y que sólo hablaríamos de cómo jugo pero lamentablemente no fue así. Afuera por el resto de la temporada. Afuera de los playoffs.
Por primera vez en casi siete años en la NBA Manu no jugará los playoffs.
Popovich había dicho durante la recuperación de Ginóbili que su equipo sin él no tenía chance de ser campeón, seguramente no se imaginaba que lo perdería por el resto de la temporada. ¿Qué les dirá a sus jugadores ahora?
Es difícil secarse la camiseta cuando se habla de un jugador como Gino pero es prácticamente imposible que los Spurs obtengan el anillo sin el bahiense.
viernes, 17 de abril de 2009
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